Injusticia
Los indígenas están en situación de desventaja tanto en México como en los Estados Unidos
¿Por qué son más pobres los indígenas en California que los mestizos?
¿Cómo se miden las desventajas en los Estados Unidos?
Los que logran dedicarse a la agricultura muchos años ven cambios positivos en su situación
La vida de los indígenas en general no ha mejorado
Los indígenas encuentran menos trabajo y sufren condiciones más malas que los mestizos
Fuertes lazos con México afectan la adquisición de bienes
Los indígenas están en situación de desventaja tanto en México como en los Estados Unidos
Por lo regular, las personas indígenas que viven en México son más pobres, tienen menos preparación, y sufren una tasa de mortalidad infantil más alta que la población mestiza de ese país. Varios factores explican las razones por esto. Primero, pese a que muchos miles de indígenas hayan migrado a los grandes centros urbanos en México y en zonas cercanas a la frontera con los Estados Unidos, la mayoría todavía vive en pueblos y ranchos remotos donde se facilitan muy pocos servicios. Otro contribuyente a la situación de desventaja es el prejuicio que han vivido históricamente por parte de los gobiernos coloniales y mexicanos, el cual continúan enfrentando hoy en día. Colectivamente, han sido privados intencionalmente de empleos, oportunidades y servicios públicos según su proporción en la población general. Los niveles inferiores de asistencia médica, de preparación y de ingresos perduran para los indígenas, en comparación con los mestizos, en las grandes urbes mexicanas, en las zonas fronterizas del país, y en California.
La situación relativa de los indígenas no mejora tras la migración a los Estados Unidos. En comparación con los mestizos que trabajan en la agricultura de California, los indígenas cuentan con ingresos más bajos, más malas condiciones de trabajo, menos bienes, menos dominio del inglés (y del español), y más frecuentes periodos de separación de sus familiares en México.
¿Por qué son más pobres los indígenas en California que los mestizos?
Como se señaló anteriormente, los indígenas son un grupo más pobres en México aún antes de llegar a los Estados Unidos. Pero, a esto se suma que, en comparación con los mestizos, los trabajadores agrícolas indígenas forman un grupo más nuevo (de recién venidos). Su estado de advenedizos en gran parte explica su pobreza.
Los trabajadores agrícolas de ambos grupos son por lo regular muy jóvenes al cruzar la frontera por primera vez. La edad típica del primer cruce fronterizo para ambos es de unos 20 años. No obstante, los mestizos en los Estados Unidos son mucho más grandes de edad por lo general ya que llevan mucho más tiempo aquí. Observe que, según la Gráfica 1, a la vez que aumenta la edad típica del trabajador agrícola mestizo (un poco) con el tiempo, la edad típica del trabajador agrícola indígena no cambia. La edad mediana del indígena en últimos años (2006 a 2008) se ha mantenido en 25 años; mientras que entre los mestizos, la mediana más bien se aproxima a los 35 años.
[Para una explicación de la metodología que empleamos para comparar los trabajadores indígenas y mestizos de la Encuesta Nacional de Trabajadores Agrícolas (NAWS por sus siglas en inglés) mediante datos representativos correspondientes a la población del sur y del resto de México, véase el Informe Final del ETAI, p. 16]
Pero ¿por qué son más jóvenes los indígenas? Es así por que una mayor cantidad de indígenas acaba de cruzar la frontera del norte que los mestizos. Este último grupo ha tenido tiempo de madurar y conocer la vida en los Estados Unidos. Típicamente, la persona indígena solo lleva tres años en este país mientras que el mestizo lleva diez años. En la Gráfica 2 más abajo, se observa que esta diferencia entre los dos grupos respecto al tiempo de estancia en los Estados Unidos más bien ha incrementado con los años. En el periodo de 2006 a 2008, por ejemplo, el número de años en los Estados Unidos para el trabajador agrícola indígena es únicamente de dos años, mientras que para un mestizo es de 11 años.
Lo claro es que los pueblos de origen de los indígenas (por lo menos en el caso de los que trabajan en la agricultura de California) suelen ser mucho más nuevos en lo que corresponde a la migración internacional que los pueblos de origen mestizos. Por esta razón, los asentamientos indígenas siguen formándose de nuevos y jóvenes recién venidos mientras que los pueblos de origen mestizos con largo historial migratorio cuentan con una gran proporción de veteranos ya establecidos en los Estados Unidos. Pese a que hay muchos recién venidos que llegan continuamente de los pueblos de origen mestizos, la proporción de recién venidos es mucho más alta entre la población indígena.
¿Cómo se miden las desventajas en los Estados Unidos?
Su situación de recién venidos explica en gran medida por qué los indígenas tienen salarios más bajos, menor cantidad de bienes y más altas probabilidades de estar separados de sus familias. Por ejemplo, la mediana de los ingresos familiares en el periodo 2006 a 2008 es de $13,750 para la familia indígena y $22,500 para la familia del trabajador agrícola mestizo. Y como recién venidos, los indígenas son propietarios de sus automóviles y de sus viviendas en proporciones más bajas que los mestizos. Por ejemplo, entre los hombres casados acompañados por sus familias, únicamente el 13 porciento de los indígenas son dueños de sus casas en comparación con el 29 porciento de los mestizos. Esta misma desventaja existe en la preparación y el dominio del inglés. Por ejemplo, la Encuesta Nacional de Trabajadores Agrícolas (NAWS por sus siglas en inglés) registra menos años escolares completados en México para los indígenas que para los mestizos. Por último, la NAWS nos muestra en que grado los indígenas tienen más altas probabilidades de sufrir por la “desventaja” de estar separados de sus familias nucleares que otros inmigrantes mexicanos. Entre los encuestados de la NAWS, el 64% de los indígenas casados versus 51% de los trabajadores agrícolas mestizos de México tienen a sus cónyuges esperando en México.
Los que logran dedicarse a la agricultura muchos años ven cambios positivos en su situación
Como otros trabajadores del campo, los trabajadores indígenas agrícolas, que encuentran forma tanto de permanecer en los Estados Unidos como de continuar dedicándose al trabajo agrícola, ven mejoras en su situación. Pero ya que la mayoría de los que se quedan a largo plazo son mestizos, son los mestizos quienes principalmente se benefician. A los indígenas veteranos (que llevan nueve años en California) no les va tan bien como a los veteranos mestizos, pero los dos grupos ven algunas mejoras si logran hacerse vivir como trabajadores agrícolas en California (véase la Gráfica 3, más abajo). El ingreso personal durante el periodo de tres años (2006-2008) oscila de unos $10,000 al año para los recién venidos hasta casi $20,000 al año para los que se comprometen al trabajo agrícola a largo plazo (con más de 9 años en los Estados Unidos).
Lo más importante que hay que recordar es que entre los indígenas (a diferencia de sus homólogos mestizos) predominan los recién venidos que no han tenido oportunidad de encontrar manera de aumentar sus ingresos. Por lo general, los trabajos más básicos son desempeñados por elementos de la continua corriente de indígenas recién llegados mientras que los mejores trabajos son principalmente de los mestizos.
La vida de los indígenas en general no ha mejorado
Pese que la gran mayoría de los trabajadores agrícolas indígenas es recién venida, con el tiempo, una minoría de individuos logra crearse un estilo de vida con cierta estabilidad. Por ejemplo, entre la minoría de indígenas que lleva nueve años en este país casi todos tienen vehículo que conducir, indicador de algún progreso económico. Pero colectivamente, los indígenas siguen hundidos en una precaria situación económica, en comparación con los mestizos.
Conforme llegan nuevos inmigrantes indígenas, los trabajadores agrícolas indígenas de más antigüedad regresan a México o se colocan en mejores trabajos agrícolas o en empleos no agrícolas en los Estados Unidos. El resultado es que los jornaleros estables y duraderos siguen siendo minoría entre la población de trabajadores agrícolas indígenas. Por otra parte, un porcentaje alto de mestizos tienden a escalar a los mejores y más continuados trabajos agrícolas (por ejemplo, regando, aplicando pesticidas y encargándose de terrenos), y por esta razón se les posibilita formar un estilo de vida más estable con los años. Así que colectivamente, los trabajadores agrícolas mestizos progresan mientras que los indígenas se mantienen estancados en una precaria situación económica.
La Encuesta Nacional de Trabajadores agrícolas nos permite demostrar claramente la persistencia de la pobreza relativa del grupo de indígenas en comparación con el grupo de trabajadores agrícolas mestizos. La Gráfica 4 (arriba) muestra que, a principio de la década de 1990, unos 40 porciento de los mestizos ya tenían vehículo. Con el tiempo, la posibilidad de obtener un automóvil más bien aumenta para los trabajadores mestizos. En el periodo más reciente, a partir del 2003, los trabajadores mestizos mantienen una tasa de titularidad vehicular que ampliamente rebasa el 50 porciento. Por otro lado, los indígenas mantienen bajo su índice de titularidad vehicular. De hecho, en lo colectivo, entre los indígenas, se ha perdido terreno. En el periodo 1994-1996, el 30 porciento del grupo se contaba dueño de su vehículo, mientras que durante la década después del 2000 apenas el 20 porciento ha sido dueño de uno.
Este mismo patrón de mejoría para el grupo de trabajadores agrícolas mestizos en comparación con el estancamiento entre los indígenas también se observa en la adquisición de casas. La Gráfica 5, arriba, muestra que el grupo de indígenas, cuya tasa de titularidad inmueble siempre ha sido inferior al cinco porciento, mantiene dicha tasa muy baja. Mientras tanto, el grupo de trabajadores mestizos, cuyas tasas de titularidad inmueble siempre han sido superiores al 10 porciento, ha incrementado este porcentaje en últimos años a casi el 20 porciento. Los indígenas parecen estar estancados en el nivel más bajo del mercado laboral y son menos capaces que los mestizos de adaptarse a la sociedad estadounidense.
Esta relativa desventaja en los automóviles y las casas que compran los indígenas en comparación con los mestizos subraya la importancia de medir los bienes de los distintos grupos de trabajadores agrícolas. Ya que el sueldo por hora no varía mucho entre los dos grupos de trabajadores, una comparación de bienes a menudo es una forma más precisa de medir el bienestar relativo de cada grupo. Esta medición indica que la situación de los indígenas es de mucha más pobreza.
Los indígenas encuentran menos trabajo y sufren condiciones más malas que los mestizos
El patrón de recompensa por experiencia laboral también aplica a los sueldos y a las condiciones de trabajo. Por lo regular, los recién venidos de ambos grupos ganan durante un periodo de tres años (2006 a 2008) unos $7.50 por hora mientras los trabajadores experimentados con más de nueve años en los Estados Unidos gana unos $9.00 por hora. Lo probable es que el salario por hora de los indígenas es casi igual que el de los trabajadores mestizos. Ya que el trabajador agrícola típico tiene dificultad para trabajar las horas que desea en un año, los ingresos de los trabajadores agrícolas depende tanto en el número de horas que trabaja por año como en el dinero que recibe por hora de trabajo. El promedio inferior de ingresos de los indígenas indica que trabajan menos horas por año que los inmigrantes mestizos de México.
Aunque los salarios por hora no sean inferiores para los indígenas, las condiciones de trabajo probablemente sí lo sean. Un importante indicador es cuando los trabajadores se sienten obligados a pagar el “raite” o transportación al trabajo. Muchos mayordomos se aprovechan de los trabajadores agrícolas más vulnerables al cobrarles el viaje al trabajo. La Gráfica 6 muestra lo que reiteramos: los trabajadores agrícolas más establecidos sufren esta práctica mucho menos que los recién venidos. Los indígenas (en todos los grupos de estancia) soportan esta práctica en porcentajes mucho más altos que los mestizos. Más de 30 porciento de los indígenas se ven afectados aún en casos de personas que llevan de 6 a 8 años en los Estados Unidos, y entre los indígenas que llevan más de 9 años en el país, el 15 porciento sigue pagando la transportación a los ‘raiteros’. El mayor porcentaje de los trabajadores agrícolas, quienes son mestizos, sufren este abuso con mucho menos frecuencia. Al considerarse trabajadores experimentados con 9 años o más en los Estados Unidos, solamente el 5 porciento pagan “raite”.
Fuertes lazos con México afectan la adquisición de bienes
Una última observación esclarece por qué los indígenas son dueños de tan pocos bienes en los Estados Unidos. Entre los indígenas existe más probabilidad que entre otros grupos de mexicanos de emplear sus limitados recursos para adquirir y mantener bienes en México, y este es el caso aun para los indígenas que están mucho tiempo en los Estados Unidos. Al comparar a los indígenas y a los mestizos que llevan muchos años en los Estados Unidos, hallamos que los indígenas demuestran más interés por mantener casas en México. En la Gráfica 7, se observa que, entre los indígenas, el porcentaje de personas que mantiene una casa en México no baja tanto como entre los mestizos. Entre los indígenas que llevan 9 años o más en los Estados Unidos, la tasa de personas que mantienen una casa permanece alta (48%) mientras que, entre los mestizos, la tasa baja a 37%. Posiblemente sea que los indígenas sean más propensos a dedicar sus limitados recursos a la manutención de bienes en México por un apego cultural a sus pueblos de origen que es relativamente más fuerte que el de los mestizos.